La Fiera

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Miedo:

La Fiera es unos de los arquetipos más fáciles de entender, ya que el miedo que evoca es tan universal que no solo lo comparten todos los humanos, sino también todos los animales: el ser devorado. 

Toda forma de vida existe para propagar sus genes y todos los comportamientos innatos existen para este único cometido. Pero es muy difícil el reproducirse desde la barriga de otra forma de vida. Por lo tanto, todo animal ha evolucionado con el miedo primordial a ser devorado por un depredador. El miedo que sentimos cuando una sombra nos cubre desde arriba es herencia de nuestros antepasados mamíferos que tenían que sobrevivir a ser cazados por aves desde el aire. 

No toma mucha imaginación para entender el horror de pasar los últimos minutos de vida en dolor extremo y viendo pedazos desgarrados, pero reconocibles, de nuestra anatomía colgando de las ensangrentadas mandíbulas de un animal salvaje. En la modernidad este miedo duerme profundamente y pocos nos preocupamos de sufrir un fin tan horrible. Pero toma un segundo para imaginarte cómo se sentiría toparse con un tigre mientras caminas por el parque y tendrás una idea clara del miedo que la Fiera codifica.

Descripción:

La Fiera es usualmente un monstruo animalesco, una bestia salvaje sin inteligencia verdadera, pero con maña. Garras filosas, colmillos resplandecientes y chorros de saliva son las características más prominentes, tanto así que en muchas películas es lo único que vemos claramente. Se destacan además todas las características que los ayudan a ser cazadores excepcionales: hábitos nocturnos, sentidos agudos, movimiento silencioso, habilidad de trepar, rapidez e incluso coordinación de jauría. Por lo general son mucho más fuertes y grandes que cualquier humano y poseen una fuerza descomunal. Su apetito es insaciable: cazan y matan mucho más frecuentemente que depredadores reales. Típicamente no hay nada sobrenatural respecto a la Fiera, pero existen excepciones.

Narrativa:

Las narrativas de Fieras describen el horror de ser la presa. Las escenas de suspenso en que la Fiera acecha al protagonista son comunes y la escena de persecución nunca falta. Derrotar a la bestia usualmente consiste en el retorno a la ley de la jungla, donde el protagonista debe reconocer que el monstruo está simplemente siguiendo las reglas del mundo natural que los humanos hemos dejado atrás y tiene que remontarse al arquetipo del cazador, reconectando con sus instintos atrofiados para cazar a la Fiera y sobrevivir un encuentro final, transformado por la experiencia. Estas narrativas tienden a pintar el olvido de la brutalidad del mundo natural como una arrogancia peligrosa que la madre naturaleza debe corregir de vez en cuando con tono de advertencia.

Ejemplos:

Imagen parte de Creative Commons

La Bestia de Gévadaun (histórica):

Una bestia o bestias que aterrorizaron el sur de Francia entre 1764 y 1767. Estudios indican sobre 500 muertes en ese periodo y la bestia fue declarada muerta en varias ocasiones antes de que los ataques cesaran.

Imagen propiedad de Universal Pictures Amblin Entertainment. Todos los derechos reservados.

Dinosaurios, Jurassic Park (cine): Presentados como mañosas bestias inexplicablemente voraces, estos dinosaurios cementaron la idea de los “terribles lagartos” que los paleontólogos llevaban combatiendo por décadas, incluso mostrando el velociraptor, un animal de alrededor de 4 pies de altura, como un cazador de hombres de sobre 6 pies.

Imagen propiedad de Rushelle Kucala: https://www.artstation.com/artwork/N5KQVd

Wendigo (mitología de los pueblos algonquinos): Una de las excepciones de las que hablamos, el Wendigo es un espíritu malévolo sobrenatural que posee a los humanos y los lleva a actos de canibalismo con un hambre insaciable. Su descripción física es la de un humanoide gigante en los mitos originales, pero curiosamente su imagen popular moderna es la de una bestia peluda con garras, colmillos y cuernos de venado. 

Imagen parte de Creative Commons

El Lobo Feroz, Caperucita roja (folclor): Los monstruos más exitosos y memorables combinan varios arquetipos en una figura realmente aterradora. Este es el caso del Lobo Feroz, que combina la Fiera, el Impostor y el Timador para poder devorar mejor.